Poco a poco el pueblo se resiste a las imposiciones del sistema. Uno a uno la cadena fortalece los lazos del otro poder, del verdadero. Lo que se llama izquierda renace con fuerza y al parecer, ahora sí, con el valor auténtico del pensamiento ciudadano: Democracia.
Las banderas de todos los países se levantan para indicar el camino soñado, los pies caminan descalzos dejando huellas y costras del tiempo. Los dedos comulgan con la tierra, su tierra, el proyecto de país. Ya no somos aquellos sumisos, el grito es por construir uno mismo el edificio que albergue el futuro.
Frente a esa violencia rasposa dejada en el último rincón de la memoria, todas las culturas refuerzan su manera de pensar. Las herramientas son más y las armas son nuestro pensamiento, sueños y testimonios.
Auténtica forma de ganar la guerra contra el capitalismo que insiste en converger los pensamientos y desaparecer la voz del individuo que vive en la más apartada región del mundo.
El futuro está en nuestras manos, que aprietan las ideas pa' que no desaparezcan del utópico mundo en que soñamos la mayoría.
Las banderas de todos los países se levantan para indicar el camino soñado, los pies caminan descalzos dejando huellas y costras del tiempo. Los dedos comulgan con la tierra, su tierra, el proyecto de país. Ya no somos aquellos sumisos, el grito es por construir uno mismo el edificio que albergue el futuro.
Frente a esa violencia rasposa dejada en el último rincón de la memoria, todas las culturas refuerzan su manera de pensar. Las herramientas son más y las armas son nuestro pensamiento, sueños y testimonios.
Auténtica forma de ganar la guerra contra el capitalismo que insiste en converger los pensamientos y desaparecer la voz del individuo que vive en la más apartada región del mundo.
El futuro está en nuestras manos, que aprietan las ideas pa' que no desaparezcan del utópico mundo en que soñamos la mayoría.